Morante es así, señores

No me atrevo a escribir después de leer lo que ha escrito Pablo G. Mancha. Por favor, leanlo, no tiene parangón. Se vuelve a vivir la faena exactamente. Gracias Pablo.

Pero había que estar en la plaza ayer para sentir lo que pasaba. Ese runrun especial de los grandes momentos cuando salió de la enfermería, esa plaza en silencio total esperando a ver que iba a hacer el ARTISTA, porque señores, ayer en el ruedo hubo un torero roto, valiente, mágico, sutil, genial, capaz de inhibirse en cinco toros -algo vimos en el primero- y que, tras una cogida inexplicable, de primerizo, surga la magia, el duende, la verdad del toreo por bulerías.

Las verónicas hasta el centro del ruedo fueron gloriosas, los quites sublimes, los recortes con sabor belmontino inigualables... Va a pasar tiempo para que se toree de capote de esa manera en Madrid.

Luego vino lo de las banderillas. En corto, por derecho, cuadrando en la cara del toro, hasta al cambio el tercer par...La locura en la plaza.

La no-faena al uso de muleta fue un dechado de toreo. El inicio por bajo, monumental, no había tandas propiamente dichas porque Morante no es un torero al uso. ¿Qué importaba? Orfebrería en oro puro.

A esas alturas, el ruedo estaba invadido de sombreros, inusual estampa añeja . El toro del Cubillo no podía con su alma, exprimido en el capote, pero el torero, desgarrado, arrebatado embestía con el alma.

¿Que más dá que no lo matara por arriba? La vuelta al ruedo, con Cossío incluído, fue clamorosa, con la Plaza en pie.

El resto, mejor olvidar los inválidos que salieron. Morante es así. Lo sabíamos, Isra. , los genios para un rato...