24 mayo 2007

Victoriano repunta la feria.

Enhorabuena al ganadero Victoriano del Río, quien por segundo año consecutivo envió una corrida encastada. Alguno un poco más flojo pero en líneas generales una gran corrida de toros. Primero, segundo y sexto, sobre todo este último, destacaron sobre los demás.

Por fín se vió picar -gran tercio el del cuarto, moviendo el caballo- banderillear de verdad como lo hizo Juanjo Trujillo, y la lidia con un mimo excepcional que hizo Carretero.

En cuanto al fondo del asunto, señalar que El Juli, tuvo su tarde más lucida en Madrid, y por fín pudo abrir la Puerta Grande de Las Ventas. Su primera faena, a un toro que embestía de ensueño, fue templadísima, ligada, con la muleta muy baja,rematando atrás y con momentos en los que el torero se gustó de verdad -recuerdo un cambio por detrás seguido de un natural que nos puso en pie-, se olvidó del academicismo rígido que le persigue. A veces demasiado despatarrado. Por contra creo que le faltó estar mejor colocado, casi siempre al hilo del pitón.

Si me preguntan, me pareció más justa la segunda oreja a esta faena que la oreja del quinto, en una faena efectista en la que se arrimó buscando la oreja desesperadamente. Desagravio por la anterior.


Uceda Leal, hizo una bonita faena, solemne, con gusto, clasicismo y aroma. En su segundo toro volvió a ser el Uceda rígido de otras tardes, buscando la postura. A ver si le sirve para despegar definitivamente.

Jose María Manzanares, en un primer toro que no tuvo las cualidades de sus hermanos, y que sólo aceptaba medios pases, no pudo hacer más. En su segundo, el más bravo del encierro, queriendo comerse la muleta en sus arrancadas espectaculares, estuvo como tiene que venir un torero a Madrid: Serio, firme, profundo, ligado, con torería. Así si Josemari.

Hoy, nuevo cartel de relumbrón con toros de Alcurrucén, para Enrique Ponce, en su única comparecencia, "El Cid" y Matías Tejela, que sustituye al lesionado César Rincón. A ver si los Núñez de los Lozano nos dan tan buen juego como hoy, y vemos al Cid con la mano izquierda.


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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sólo discrepo en una cosilla. La colocación era la precisa porque el toro tendía a salirse fuera, si hubiera estado más cruzado el toro hubiera salido más despedido y la reunión entre toro y torero hubiera sido más complicada. Buen análisis.

Un abrazo,

12:50 p. m.  
Blogger Admin said...

Bueno, eso es lo bonito que haya picante entre los aficionados.
A ver si el Juli toma este aire a partir de ahora, porque así puede, y debería ser un torerazo. Antes era un coñazo, el típico niño sabiondo de la clase pero sin brillar, sin contagiar...

1:01 p. m.  

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