19 diciembre 2006

La competición de galgos en campo (I)

Lo primero que se debe tener claro es que consiste en una competición entre dos lebreles, que de forma biológica, corren tras una liebre la cual va a marcar y decidir el ritmo de la carrera. Para ello necesitan un escenario de competición lo más limpio de vegetación posible, para que tanto los jueces, como el público, puedan observar los lances de la carrera y así, los primeros decidir cuál ha sido el galgo ganador. Estos dos galgos irán atados con un collar automático, que a su vez sujeta el traillero (persona que suelta los gagos detrás de la liebre cuando los jueces lo ordenan). Además los galgos durante la carrera llevarán un pañuelo al cuello de color rojo o blanco, que le distinguirá del adversario durante la misma.



Detrás del traillero, buscando la liebre, va lo que se conoce como la "Mano", la cual es por un lado los jueces y por otro un grupos de personas a pie o a caballo que de forma alineada visualizan el terreno en busca de la rabona.



Estos pequeños pero veloces y resistentes animales se mimetizan con el terreno en lo que se conoce como "la cama" (pequeña depresión en el terreno donde la liebre se esconde y donde espera pasar desapercibida para sus depredadores).



Una vez que la liebre salta de su encame, el traillero correrá con los perros, todavía atados, detrás de ella, esperando que uno de los jueces haga sonar un silbato, lo cual significará que debe soltar a dichos perros. A partir de aquí los jueces se fijarán, cabalgando con sus caballos, en lo que acontece en la carrera y decidirán al final de ésta, cuál ha sido el vencedor. Para que una carrera sea válida debe durar al menos 55 segundos, sino fuera así, la carrera se declararía nula y no tendría ningún ganador. Para que un galgo gane a otro debe vencerlo en dos carreras válidas.