25 agosto 2006

Torería



Con cincuenta y tantos, apartado de las ferias, torea 5 ó 6 cada temporada, pero rezuma una torería que ya quisiera el resto del escalafón actual.
Torero de Madrid, donde se le espera todos los años un par de veces, para deleitarse con esos detalles únicos, con sabor a torero antiguo, clásico.

Ahora, salvo honrosas excepciones, los chavales aprenden el oficio en una escuela taurina, mecánicamente, sin alma, sin personalidad. Que pocos toreros nos quedan como Frascuelo...