Morenito, el capote y un pase de pecho.

Morenito toréo así de bien con el capote. En los medios recibió al primero con verónicas suaves, mecidas, ligadas, bellas. A su segundo también lo adornó con un capote siempre medido, recogiendo al toro, embebiéndolo. Muy bien por Morenito de Aranda y su capote.

Pero lo que me llamó más la atención fue un pase de pecho monumental a su primero. Despatarrao, con las plantas firmes, de pitón a rabo, a la hombrera contraria. Rotundo. Por lo demás poco pudo hacer con los febles toros de Alcurrucén. Nos dejó detalles de buen toreo, apuntes sueltos de lo que pudo ser. Nos ha dejado con ganas de verlo de nuevo, que no es poco.

Ponce advertía que podía ser su última tarde en Sanisidro. No seré yo quien lo convenza de lo contrario. Sin que los toros pusieran nada de su parte, el valenciano estuvo frío, desangelado. La cuchillada a su primero, infame. Castella quiso con su primero, que se acabó pronto, y el quinto fue un mulo auténtico -vaya con mi elección-aunque lo noto un poco a la deriva. Veremos.

Lo de Alcurrucén es preocupante. Lleva un par de años lo más decepcionante. Mansada importante.

Las fotos se las robo todos los días a Juan Pelegrín.