23 julio 2007

La novillada de Yuncler

Ayer se celebró en Yuncler la novillada que cerraba las fiestas patronales.

Los novillos anunciados eran de Eloy Jiménez, para Álvaro Samper, Salvador García y Juan Francisco Prado.

Como era de esperar, y como ya habíamos podido ver en el encierro matutino, se trataba de tres raspas impropias hasta de un pueblo como Yuncler (3.000 habitantes), y tres más "regordíos" que parecían novillos, sin cara, y con indicios más que evidentes de haber pasado por el mueco. Algunos tan indecorosamente afeitados que sangraban por el pitón.

Además fueron mansos de solemnidad y con peligro evidente para los chavales, que encima de poner por torerar, se encuentran con este ganado que los buscaba constantemente, y con el que fue difícil el lucimiento. A esto ayudó la falta total de lidia, salvo alguna honrosa excepción.


Aspecto de uno de los novillos "regordíos".

En cuanto a los novilleros, y sin contar los despojos que se llevaron, las mejores maneras las mostró Salvador García, que demostró cierto gusto e intentó siempre hacer las cosas por abajo, aunque tomó excesivas precauciones. Debe mejorar la colocación, ya que pecó de colocarse al hilo del pitón, aunque dejó los mejores muletazos, y me quedo con las ganas de verle con otros toros.


Salvador García con la raspa segunda, el que más se "dejó" como decían en el callejón....(sic)


Álvaro Samper puso voluntad, ganas y demostró estar más toreado que sus compañeros, pero hizo siempre el toreo moderno. Juan Fco. Prado, por su parte, tosco y vulgarote no dejó buenas sensaciones.

José Ignacio Uceda Leal, presente en el festejo, recibiendo el brindis de uno de los chavales.

En fín, lo habitual en el mundo taurino. Igual en Yuncler que en Ávila.

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